martes, 30 de abril de 2013

"Así Conocí La Humanidad"

Yo no había conocido la humanidad
hasta tropezarme con él,
la cosa más hermosa que mis ojos habían visto,
hasta aquel entonces…
Yo quería saber dónde están los extraterrestres,
quería volar a la Luna o a Marte
para ver sí ahí los encontraba…
Fantaseaba como nadie se lo imagina,
sólo él lo sabía,
sabía que yo era ese hombre de Marte
porque andaba en la Luna,
cuando no lo miraba…

No tenía humanidad
y él me lo vino a regalar,
porque yo andaba perdido en el tiempo y espacio
con pensamientos tan vagos, tan vacíos,
eran de vanidad, de efimeridad, de simplemente nada,
porque nada de lo que pensaba valía la pena,
esos pensamientos eran peor que cualquier droga…
Abrir piernas, en vez de brazos, era emocionante;
pues, ¡vaya placer que causa!, no lo niegues,
era maravilloso, sensacional, y aún lo es,
pero, ¿qué es el hombre cuando es extraterrestre?,
me pregunté al mirarle
y no lo supe responder…

Me cogió la mano, una sonrisa de esas, las más pícaras.
Yo con la seriedad del caso, controlaba mis emociones,
frío de momento y baboso después…
Era imposible no rendirse a sus te quiero sin voz,
a su sonrisa pura, a su mirada tierna, a la vida entera,
esa que podía coger con mis manos, en brazos,
por un deseo que no imaginé tenerlo…
porque en ese entonces volaba en la flor de mis hormonas,
era naturalmente común, de esos que se encuentra en cualquier lugar,
porque estamos acostumbrados a actuar por instintos, como animales…
y empecé a sentir un latido,
una sonrisa, dentro y fuera mío, y ¡qué fiesta!, qué fiesta la que tenía….

Me había embriagado de amor, fue mi primera borrachera más sana…
Todo lo que quería en ese momento era que si era un sueño, no dejar de soñarlo…
Caminé los pasos suyos como si fueran míos y sentí que ya no estaba en Marte
que estaba aquí, en la tierra…

Un día me sentí en las Estrellas, justo cuando llegó ella,
¡qué hermosura!
era la cosa más pequeñita que había visto en mi vida, y era vida...
Era tan frágil que al cargarla tenía miedo de romperla…
y ¡qué ganas tenía de seguir viendo las Estrellas!, desde la Tierra…

Sorprendentemente tenía mil razones para ser humano,
había experimentado la sensación de ese amor que nadie te puede dar
sin esperar nada a cambio, sólo ellos…
Con su mirada, con sus caricias, con sus gritos, con sus gestos...
todo era un cántico, era la fiesta de mi corazón y ¡me embriagaba por dos!

Me emborrachaba de a dos, de noche y de día, uno era como el sol y el otro como la luna...
Acompañaban mi vida, a cualquier hora,
con tanta alegría que caí en la locura, en ¡una locura de amor!
Suspiraba con solo pensar que sí existía el cielo, ya no me interesaba,
porque había visto que con ellos el cielo frente a mis ojos,
eran la vida misma y yo había resucitado…

Y con el tiempo pasado pasé y paso los días pensando, siempre pensando…
¿qué hubiera sido de mí, sí ellos no me hubieran rescatado?
¿Seguiría navegando por los pueblos de Marte y abriendo algunas medias de Luna?
¿Seguirían rondando los Alpes de todas las formas posibles?
¿Quién sabe, qué hubiera pasado sí ellos no llegaban a mí?
¡No lo sé!, y a estas alturas, ni me interesa saber...
Porque todo lo que quiero decir es:

Ellos me cambiaron la vida, ¡qué viva la vida!, ¡qué viva!
-eses es mi lema hoy y ellos lo crearon para mi existencia…
Crearon amor, amor, amor y más amor
Y amor es todo lo que tengo en este mundo,
aunque a veces intente quitármelo,
el amor es mi gran tesoro y no pienso quedarme sin ello,
porque sé que ellos ahí estarán para enseñarme que mi sueño es real y, también, lo que es dar amor…
porque Así Conocí La Humanidad…

¡Los Amo!


@Macv Chávez

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